Tonos azules para tus zonas vitales
Azul, es el color de la tranquilidad y la paz espiritual; no en vano nos hace sentir cómodos y tranquilos. Se le asocia con limpieza y pureza.
En el Feng Shui es muy utilizado porque favorece al pensamiento positivo, y se le asocia con el agua.
Por eso, si éste es uno de tus colores favoritos no dudés en aplicarlo a los espacios de tu hogar u oficina con los consejos que te daremos.
Para empezar, es un color ideal para las áreas privadas de tu hogar, como los dormitorio, baños, zonas de descanso.
No es recomendable en la cocina, ni el comedor, debido a que ayuda a eliminar el apetito, ya que es un color frío. Sin embargo, si lo querés colocar en estas zonas, lo podés introducir con algunos detalles. Y buscando tonalidades más hacia el amarillo. O menos frías.
No está prohibido en áreas sociales, el detalle acá, es la combinación que hagás de éste con otros colores, para crear zonas cálidas y acogedoras, que inviten a pasar largo tiempo compartiendo.
Existen múltiples tonalidades de azul, por lo que sería bueno estudiar antes la cartilla de colores para que podás elegir el que mejor se adapte a tu personalidad y a la de tus espacios.
Recordá, que poner color en tu hogar u oficina no solo significa pintar las paredes, el color lo podés dar a través del mobiliario, y de complementos decorativos, sin invertir mucho.
Podés dejar tus paredes en blanco y colocar un hermoso cuadro con tonos azules; turquesa, índigo, aguamarina, eléctrico, Klein, etc.
O bien, tus muebles pueden ser en tonos neutros, y dar el acento al resto de la habitación con detalles, como almohadones, colchas, alfombra, una silla auxiliar, una lámpara.
La idea es decorar con un bajo costo. No tenés que hacer grandes cambios para que el azul destaque en tus espacios.
Permitíle a tu “yo interior” disfrutar y descansar en el Azul…
El mejor estilo para tu sala de estar
Te has preguntado, «¿cuál es el estilo ideal para mi pequeña sala de estar?»
Pues bueno, hoy te traemos la respuesta, en una sala pequeña lo que se busca es amplitud visual, y para lograrlo podés optar por varios estilos, que se asemejan unos de otros por ser simples, libres, luminosos, y limpios, te recomendamos:
El estilo moderno, el contemporáneo, el industrial, el urbano, el zen, o el nórdico.

Estilo moderno
De líneas rectas y simples, un estilo que cumple con el menos es más, colores neutros, donde lidera el blanco, tanto en paredes como en mobiliario, y muy pocos acentos de color, en tonos rojo, naranja, amarillo o verdes.
Utiliza mucho el vidrio y el metal.
Los espacios generalmete se utilizan abiertos, compartiendo diferentes zonas. Logrando amplitud visual.
En cuanto a los accesorios, han de ser pocos, dando libertad a la vista.

Estilo contemporáneo
Un estilo de líneas suaves, sencillo y funcional, de ambientes amplios, acogedores e iluminados. Simple pero elegante
Es un estilo vanguardista, por lo que se acopla a las nuevas tendencias decorativas.
Utiliza los tonos neutros como el gris, negro, blanco y marrón. Y entre los materiales más utilizados se encuentran el cuero, el metal y, la madera, la cual aporta calidez.

Estilo Industrial
Un estilo que nunca pasa de moda. Con él lograrás espacios vivos y jóvenes.
Sin complicaciones, donde los espacios son totalmente abiertos, para separar uno de otro podés utilizar un sofá, una planta, un librero…
Sus principales características son los materiales expuestos, tales como paredes de ladrillo, tuberías, vigas, instalación eléctrica, cielo raso, hormigón.

Estilo Urbano
El estilo que trae la ciudad al hogar. Espacios libres, juveniles y despreocupados, de líneas simples y colores neutros.
Materiales como el hormigón, acero y cristal, son considerados los más importantes a incorporar en este estilo.
Los colores a utilizar son muy puros, negro, blanco, gris, contrastando con el rojo, naranja, amarillo para dar acento. Por ejemplo, los primeros, los podés aplicar en las paredes y para contrarrestar el efecto frío, colocás muebles modernos y accesorios en los otros colores.

Estilo Zen
Un estilo que transmite paz, relajación y sobre todo esta repleto de espiritualidad. A la hora de decorar pensando en este estilo se requiere de recursos mínimos, espacios ordenados, colores claros y líneas simples.
Predomina el uso del color blanco y el uso de los neutros (ocres, grises y beige). Se utilizan otros colores como el rojo por ejemplo, únicamente para acentuar, como en un objeto o detalle puntual.

Estilo Nórdico
En este estilo la iluminación es la protagonista, las ventanas son amplias y normalmente no llevan cortinas con el objetivo de permitir entrar toda la luz posible. Y si las lleva, han de ser traslúcidas.
Las paredes casi siempre son pintadas de blanco o en tonos neutro, al igual que la mayoría de los elementos que componen la decoración nórdica.
Se suele incluir algún punto de color para dar acento, principalmente en los muebles, cojines, alfombras o algún cuadro. El azul es uno de los más utilizados ya que evoca los pocos días soleados y de verano. Pero cualquier otro tono es totalmente válido.
En cuanto a la parte textil, los tejidos naturales como lana o lino son los más utilizados y los que mejor se adaptan, colores lisos en tonos pastel o delicados estampados de rayas o flores ayudaran a crear una decoración fascinante.
Conocé más de éstos en Estilos
Escogé el que mejor se adapte a tu personalidad o a la de tu familia e introducílo en ese pequeño y agradable espacio.
La pureza es básica en una sala pequeña, por eso, entre más simple y libre de accesorios sea ésta, mayor amplitud visual lograrás.